La noticia se conoció durante la celebración de la decimoquinta sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial celebrada en línea entre el 14 y el 19 de diciembre de 2020 desde Kingston (Jamaica).
La UNESCO inició en 1999 el Programa de Obras Maestras de Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, concebido como un instrumento para difundir, valorizar y salvaguardar la diversidad de este tipo de patrimonio como un elemento emocional, de pertenencia o como forma de vida, yendo más allá de los valores económicos.
En este apartado se engloban las tradiciones vivas heredadas de los antepasados y trasmitidas a los descendientes que cambian, evolucionan y se enriquecen con cada nueva generación, manteniéndose vivas, y que merecen ser preservadas de la globalización y homogeneización.
Cualquier actividad incluida en la lista del patrimonio cultural inmaterial debe ser tradicional, contemporánea, viviente, integradora, representativa y basada en la comunidad.
La inclusión en la lista es un importante factor de la diversidad cultural en el mundo globalizado que vivimos, promoviendo la comprensión, el diálogo y el respeto entre culturas y modos de vida diferentes.
El Taiji Quan, como el gran vehículo con el que todos los practicantes recorremos, aprendemos y disfrutamos del largo camino que une oriente con occidente, reúne todas las condiciones anteriores para ser incluido.
El Taiji Quan nació en el siglo XVII en Chenjiagou, una pequeña localidad de la provincia china de Henan. A lo largo de estos siglos el arte marcial ha crecido, se ha desarrollado y se ha expandido por el mundo, encontrándose actualmente en casi todos los países y con una estimación aproximada de más 100 millones de practicantes.
Fruto de ello, en el Chenjiagou del siglo XXI se pueden encontrar docenas de escuelas de Taiji Quan y casi un millar de maestros en activo que siguen enseñando este maravilloso arte marcial a estudiantes de todo el mundo.
Los amantes del Taiji Quan sabemos que este arte marcial y deporte, nos mantiene en forma y es un estilo de vida que contiene elementos de la cultura y filosofía china. El Taiji Quan es una vía de aceptación, de comunión con el entorno y con nosotros mismos, que nos permite conocernos, desarrollarnos, expresarnos, en definitiva, evolucionar a través de un vasto camino sin meta, fomentando en nosotros una voluntad indómita que nos exige superar nuestros límites, prejuicios y miedos.
Siendo conocedores de ello, el Gobierno Chino decidió apostar por presentar la candidatura a la UNESCO tras los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 donde se mostró al mundo entero en la ceremonia inaugural. Doce años después, un ciclo del zodiaco chino completo, el objetivo se alcanzó.
Todos los que sentimos el Taiji Quan con pasión, sabedores de las múltiples cualidades y beneficios de esta disciplina activa, viva, saludable, inclusiva e integradora, donde personas de todas las edades, condiciones, géneros y capacidades pueden practicarlo, sentirlo, vivirlo y amarlo, vemos cómo ahora la UNESCO lo ha reconocido e incluido en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.
La UNESCO ha descrito al TaijiQuan como una práctica física tradicional caracterizada por la relajación, la armonía de los movimientos circulares con la respiración y la cultivación de una mente equilibrada. También ha indicado que su práctica está incorporada en el sistema educativo formal y se cimenta sobre el ciclo Yin/Yang y la visión cultural de unidad del cielo y la humanidad. Por último, afirma que este arte se ha trasmitido a lo largo de los siglos por medio de leyendas, proverbios y rituales de maestro a estudiante.
No obstante, este éxito no representa el final del camino, sino una etapa más en la difusión del Taiji Quan, que propiciará un diálogo, desde ópticas heterogéneas, permitiendo incluso un desarrollo conjunto con instituciones científicas en el estudio de la conexión del Taiji Quan y la salud físico mental de los practicantes.
La reciente inclusión en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO es el colofón a un gran año para el TaijiQuan que empezó en enero con la inclusión como evento oficial en los Juegos Olímpicos de la juventud de Dakar 2026.