Carlos Martínez. Madrid
Actualizado jueves 09/02/2012 08:33 horas
Un nuevo estudio realizado con 195 pacientes con Parkinson
muestra que la práctica regular de taichi permite mejorar la estabilidad y
otros problemas comunes asociados a la enfermedad. El trabajo se publica en la
última edición del 'New England Journal of Medicine'.
La media de edad de los participantes era de 68 años.
Todos presentaban un diagnóstico clínico de enfermedad de Parkinson suave o
moderado; sufrían problemas motores como temblores, rigidez o bradiquinesia
(lentitud de movimientos); tomaban medicación para la enfermedad y podían
caminar o permanecer de pie sin ayuda.
Los autores del trabajo, de distintas instituciones
médicas de Oregon (EEUU), dividieron a los voluntarios en tres grupos, cada uno
asignado a una actividad: un programa periódico de estiramientos, un plan de ejercicios
de resistencia o sesiones de taiji. Los tres tipos de ejercicio se llevaron a
cabo en sesiones de 60 minutos, dos veces a la semana, durante seis meses.
El diccionario de la RAE define taiji como un "tipo
de gimnasia china, de movimientos lentos y coordinados, que se hace para
conseguir el equilibrio interior y la liberación de la energía". Entre las
numerosas variedades que existen de esta "gimnasia", los
investigadores adoptaron una tabla de "seis movimientos y ocho
posturas".
Plan de
entrenamiento
El protocolo exacto que se utilizó en el estudio no está
descrito en la publicación del 'New England'. Según explica a ELMUNDO.es Fuzhong Li, del Oregon
Research Institute y principal autor del trabajo, los monitores emplearon un
folleto que recoge el plan de entrenamiento, entre ellos los ocho pasos del
ejercicio que debían aprender los pacientes.
El documento concreta también los seis puntos en los que
hacer "énfasis durante el entrenamiento": movimientos de tronco;
balanceo del tobillo; desplazamiento del peso del cuerpo; movimientos con las articulaciones
del tobillo; coordinación entre los ojos y las manos y ejercicios de
respiración.
Los investigadores evaluaron a los participantes al comienzo
del estudio y al cabo de tres y seis meses. Durante este tiempo, los pacientes
siguieron con su rutina habitual (incluida la práctica de ejercicio adicional).
Según los resultados, el grupo de taiji estaba significativamente mejor que
los otros dos.
La principal referencia para medirlo fue un indicador
llamado "estabilidad postural". Se evaluó según los límites que
podían alcanzar los pacientes al realizar una serie de movimientos sin
desplazar el centro de gravedad del cuerpo o caerse, y el control de la
dirección del cuerpo durante la actividad.
Al cabo del periodo de estudio también se observaron
diferencias significativas en otros problemas comunes. Por ejemplo, el número
de caídas fue menor entre los que hicieron taichi: un 67% menos que el grupo de
ejercicios de estiramiento, y ligeramente inferior respecto a la actividad de
resistencia).
Tres meses después de concluir la investigación, los
resultados se mantenían. En el trabajo, según explica Fuzhong, no se midió la curva
de aprendizaje de los ejercicios de taiji. "Sin embargo, al analizar los datos,
no vimos una mejora clara hasta después de cuatro meses", explica el
investigador, que considera que este tiempo puede reflejar el tiempo necesario
para aprenderse los movimientos.
FUENTE: El Mundo