5
de Abril de 2015
Karla
Velasco
El Taiji Quan es un arte marcial
chino que puede llegar a mejorar la capacidad motriz de pacientes con la
enfermedad del Parkinson, según un estudio realizado en Oregón, Estados Unidos.
Un estudio del Instituto de Investigación
de Oregón (ORI) asegura que el Taiji Quan puede aportar numerosos beneficios
a los enfermos de párkinson, tras haber comprobado que un programa
individualizado de dos sesiones por semana es suficiente para mejorar la
estabilidad postural y la capacidad para caminar, al tiempo que se reduce el
riesgo de caídas.
Además, el estudio establece que las personas afectadas de párkinson sufren alteraciones en la frecuencia respiratoria como consecuencia de la postura flexionada del dorso y de la poca movilidad de la caja torácica. Con el tiempo y sin una ejercitación continua de la respiración el enfermo acaba utilizando solo la parte alta del diafragma lo que conlleva un exceso de tensión en la glotis y limita el habla. Una de las bases principales del este ejercicio es la respiración diafragmática que viene realizada durante todo el ejercicio, potencia la musculatura abdominal y permite al paciente adquirir un adecuado patrón respiratorio.
Otra de sus ventajas es que no supone un impacto físico porque los movimientos son precisos y lentos y se puede adaptar a la evolución de la patología. Además se puede realizar en cualquier lugar.
El ingeniero Antonio Contreras, presidente de la Asociación de Parkinson de El Salvador (APAES), asegura que tiene 23 años de padecer de la enfermedad y hace dos años se enteró de la disciplina del Taiji Quan, la cual practica como complemento del tratamiento de la enfermedad.
“Existe diversidad de tratamientos que se dan a los pacientes con esta enfermedad para mejorar su calidad de vida. Esto varía según la condición de cada uno y respuesta a los medicamentos. En lo particular el Taiji Quan me ha servido como ejercicio físico y ayudado a la mejoría y coordinación de movimientos”, expresa.
¿Cómo funciona?
La posición neutral que se utiliza en este ejercicio como base de todos los movimientos es la siguiente: pelvis en ligera anteversión (desplazada hacia adelante), rodillas semiflexionadas, brazos a lo largo del cuerpo, hombros relajados y cuello en alargamiento.
Resulta útil para contrastar la postura en antepulsión de hombros y la flexión del tronco típicas en la patología. Los movimientos amplios ejecutados sin interrupción evitan la rigidez generalizada, la debilidad muscular y flexibilizan la musculatura de la columna evitando el dorso curvo.
Asimismo, durante la sesión de Taiji Quan el paciente trabaja aprendiendo a cambiar el apoyo mediante la transferencia del peso y a controlar los cambios de dirección. De manera que los movimientos son encadenados y coordinados permitiendo trabajar contra el deterioro cognitivo de las funciones de ejecución (dificultad para realizar varias tareas sucesivamente).
FUENTE: La Prensa Gráfica