El taijí y el qi gong actúan contra el síndrome
metabólico y la diabetes
Dos estudios confirman que ayuda a controlar las tasas de
azúcar en sangre, la hipertensión, el colesterol y la obesidad abdominal.
El ancestral arte del taijí, entre otros muchos
beneficios, ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según
sugieren dos estudios.
En la investigación dirigida por el doctor Kuender Yang
de Hospital Chang Gung, en Taiwan, se halló que la práctica del taijí
durante una hora, tres veces a la semana, favorece el control a largo
plazo de los niveles de azúcar en la sangre en adultos de unos 35 años con
diabetes tipo 2.
En el segundo estudio, el equipo de la doctora Xin Liu,
de la Universidad de Queensland (Australia), reveló que la combinación de
taijí con qi gong benefició a 11 adultos en riesgo de padecer la forma más
común de diabetes. No solo eso, la disciplina oriental obró beneficios sobre
todos los factores de riesgo del síndrome metabólico (estadio previo a la
diabetes), que son la arterial elevada, la obesidad abdominal, niveles
poco saludables de colesterol y triglicéridos, y mal control de azúcar en
sangre. El síndrome metabólico tiene relación también con enfermedades
cardíacas y el peligro de infarto o embolia.
Tanto el taijí como el qi gong son prácticas ancestrales
chinas diseñadas para promover la buena salud. El qi gong combina posturas
estáticas, movimientos suaves, meditación y técnicas de respiración, mientras
que el Taiji consiste en movimientos lentos y fluidos, combinados con
imágenes mentales y respiración profunda.
Las dos son actividades moderadas y de bajo impacto.
Además de su efecto sobre los niveles de azúcar en sangre, otros estudios
muestran su utilidad para mejorar el equilibrio y evitar caídas en personas
mayores, favorecer el equilibrio anímico o aliviar los síntomas de la artritis.
En un sentido amplio se puede entender como una práctica que previene la
enfermedad, favorece el bienestar general y el crecimiento personal.
Ante la evidencia científica sólo falta que los médicos
de cabecera y especialistas se decidan a recetar taijí y qi gong, una decisión
que tendría que imponerse a los prejuicios y a la tendencia a resolverlo casi
todo con fármacos que no están libres de efectos secundarios. Mientras la
medicina oficial permanece prisionera de sus rutinas, cada día son más los pacientes
que por su cuenta deciden practicar taijí y recurrir a las terapias naturales.
FUENTE: El Correo del Sol